El ICA es calculado de acuerdo a la forma de cálculo establecida para el AQI (Air Quality Index) de la EPA, y mientras no se cuente con una legislación nacional que regule la materia, estará basado en los estándares de calidad del aire establecidos igualmente por la EPA, considerando los siguientes parámetros: Ozono, Partículas, Monóxido de carbono, Dióxido de azufre y Dióxido de nitrógeno.
El ICA varía entre 0 y 500, donde 500 representa el nivel más alto de contaminación y por tanto el de mayor riesgo para la salud. Generalmente, un valor de 100 corresponde al límite de Calidad del Aire, por lo que los valores menores a 100 son considerados como satisfactorios.
Cuando el ICA alcanza valores superiores a 100, la calidad del aire en el lugar es considerada no saludable, al comienzo para ciertos grupos sensibles de la población, y luego para todos los ciudadanos en la medida que el ICA aumenta. Se entiende como grupos sensibles a personas enfermas (en especial aquellas con enfermedades respiratorias), ancianos y niños.